La Ciudad y la Provincia analizaron las dificultades que presenta el proyecto de mover la operación de contenedores del Puerto de Buenos Aires a La Plata. Diego Santilli y Axel Kicillof se reunieron la semana pasada para dialogar sobre ese paso, que parece muy complejo por cuestiones de infraestructura y la oposición de los trabajadores.
A la gestión de RodrÃguez Larreta le interesa porque libera una zona con alto potencial turÃstico: el Puerto de Buenos Aires quedarÃa como terminal de cruceros y abre la puerta a un desarrollo inmobiliario. "Para la Ciudad serÃa desembarazarse de una logÃstica compleja, sin recursos asociados que además hace que se desaproveche una cara que otras ciudades como Barcelona lograron desarrollar muy bien. PasarÃa ser un puerto urbano con lugares de esparcimiento", explicaron a LPO en el gobierno porteño, aunque reconocieron que "es difÃcil desde lo fáctico".
Durante el gobierno de Macri, su amigo y socio Nicky Caputo, habÃa movido sus influencias para licitar las tierras que rodean al puerto para realizar un gigantesco desarrollo inmobiliario en una zona que tiene un valor incalculable, pero las internas del macrismo hicieron fracasar la iniciativa.
Una de las mayores complicaciones serÃa que las empresas que hoy explotan el Puerto de Buenos Aires pudieran adaptar su logÃstica a las condiciones de Ensenada. "El que brinda la concesión del puerto es Nación, podrÃa darle la concesión a las que operan ahora por un tiempo largo", revelaron desde la Ciudad como una de las posibles soluciones.
La semana pasada el gobernador convocó a las empresas navieras que no se mostraron demasiado emocionadas por la mudanza. Según pudo saber LPO en Provincia tampoco creen que puedan mudar la operación entera, pero tal vez sà desviar algún barco que sirva para mover un puerto que no tiene demasiado tráfico.
"Para Axel tiene sentido vincular la actividad productiva como puerto de salida", completaron desde territorio porteño. El puerto platense apenas cuenta con el movimiento de combustibles que requiere la refinerÃa de YPF, una de las más grandes de Sudamérica.
La oposición de los trabajadores del puerto es otra complejidad que conllevarÃa la movida, además de varias cuestiones relacionadas con la infraestructura necesaria para recibir embarcaciones de gran porte y calado. "No podés poner un puerto en pasillo", dijo una fuente del sector en referencia a lo estrecho del puerto platense que no está preparado para recibir embarcaciones de gran porte como las que atracan en Montevideo.
Como explicó LPO, el Talón de Aquiles de TecPlata radica en las obras de infraestructura que requiere para el ingreso y egreso de contenedores. Esos accesos que se estima podrÃan costar unos 100 millones de dólares, son una de las condiciones más importantes que ponen las navieras para descargar contenedores en la terminal.
TecPlata requiere dos accesos. Uno hacia la autopista Buenos Aires-La Plata y otro hacia la ruta 6. El gobierno de Cambiemos habÃa iniciado el primero, sin embargo todo quedó paralizado a fines de 2018 cuando la devaluación del peso llevó al gobierno a aplicar un plan de ajuste fiscal.
Pero al problema de los acceso se le suman otros inconvenientes. Unos de ellos es el ancho del canal de acceso que muchos consideran demasiado angosto para operaciones de gran porte.
En tanto, como telón de fondo aparecen denuncias y sospechas sobre Enrique Razón, el magnate filipino dueño del holding Ictsi e ideólogo del proyecto TecPlata.
Sucede que Razón está llevando a Ictsi a ser una de las compañÃas más polémicas de la industria marÃtima. El holding amplió sus operaciones mundiales a 29 puertos en 18 paÃses. Sin embargo, asoman denuncias de explotación laboral.
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